Estudiar para unas oposiciones es como tener un trabajo complementario en tu vida, sino el principal. Requiere de mucho tiempo y esfuerzo para ir bien preparado a ellas. Es una prueba a la que se presentan miles de personas en algunas de ellas como las de profesorado, por eso hay que ir bien preparado y que el esfuerzo realizado dé sus frutos. Es complicado pero puede hacer que tengas un trabajo soñado o para toda la vida. Con unas técnicas de estudio para oposiciones y una buena organización del estudio que te dejamos a continuación puedes lograrlo.
- Con el temario en la mano, divide las materias y los temas calculando cuanto tiempo te queda hasta la oposición y contando con las horas al día que vas a disponer para estudiar.
- Cuando lo tengas planteado, programa descansos en el día. Por ejemplo, cada hora descansa 5 o 10 minutos. Aprovecha para levantarte, beber agua, ir al baño y despejar la cabeza.
- Establece objetivos para poder alcanzarlos a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, los temas del 1 al 8 en enero, del 9 al 16 en febrero, etc.
- Deja unos días antes de la oposición para repasar todos los temas y llevarlos frescos el día de la prueba.
- Las técnicas de estudio para oposiciones que suelen ser más efectivas son: hacerte tus propios temas, hacerte resúmenes y esquemas, auto explicación y explicación en grupos de estudio.
- Las oposiciones suelen estudiarse en academias donde tienes que presentar los temas al grupo para practicar una de las partes del mismo. Hay otras oposiciones tipo test en la que tendrás que realizar muchos exámenes de ese tipo para estar preparado para cuando llegue el momento.
Otras técnicas de estudio para oposiciones

- Técnica de lectura rápida. Puedes aumentar tu ritmo de lectura con métodos como el Skimming, Scanning o el SQ3R. En el primero debes leer solo las palabra clave para llegar a comprender el texto, en el segundo tras saber de qué va el texto solo leemos los epígrafes, títulos y la información más importante. Y la tercera se basa en examinar, preguntar, leer, repetir y repasar.
- Técnica del pomodoro. Divide el tiempo en secciones y cuando el tiempo se agote cambia a otra cosa y descansa unos minutos. En ese tiempo de estudio debes estar concentrado al máximo para una mayor productividad.
- Método Kaizen o “Regla del minuto”. Este método de origen japonés se basa en establecer una rutina en tu cerebro alcanzando objetivos pequeños cada día pero de forma continuada.